lunes, 11 de febrero de 2013

Karité (Vitellaria paradoxa)

Los pueblos africanos han utilizado el fruto del karité desde la antigüedad elaborando la manteca de Karité que es comestible tradicional en la cocina local. Pero también es usada en la elaboración de cosméticos de excepcional calidad por sus nutrientes y por sus altas cualidades hidratantes. 

Descripción: El karité, de la familia de sapotáceas, es un árbol de hasta 15 metros de altura de las sabanas árboreas del oeste de África. Este árbol puede vivir hasta tres siglos y el diámetro del tronco puede medir hasta un metro. Sus ramas son cortas, su corteza grisácea y roja en su parte interna. La floración comienza en enero y se termina en marzo. Las flores se agrupan en umbelas. Los frutos que produce este árbol parecen nueces y en su interior se esconden almendras blancas que contiene de 45% a 55% de materias grasas. Da sus primeros frutos tras 15 años. Aunque, se considera que alcanza su edad adulta hacia los treinta años, en este momento se puede obtener hasta 20 kg de frutos, equivalente a 5 kg de almendras secas. 

Historia y simbología: El nombre de karité significa árbol de mantequilla. El árbol de nueces de karité es nativo de la sabana. Las tribus de la región lo consideran sagrado por sus beneficios para la salud y la economía. Por el motivo que los árboles son sagrados, se prohíbe tomar el fruto del árbol, sólo puede ser recogida del suelo cuando ya se ha caído. 

Origen y distribución: El karité crece en estado salvaje en África, especialmente en Burkina Faso, Costa de Marfil, Malí y Sudán, donde se encuentran los árboles de mejor calidad, gracias a la constitución de su subsuelo. Entre los cincuenta y los cien años de edad se obtiene la mayor cantidad de frutos, lo cual dificulta su cultivo. 

Extracción: Tradicionalmente en África del Oeste, sus frutos se llaman nueces, estos frutos son drupas carnosas con una almendra de cáscara fina. Se obtiene, tras ebullición y triturado de estas almendras, una grasa vegetal llamada manteca de karité. De 5 kg de almendras secas, se obtendrá aproximadamente 1 kg de manteca de karité. La recolección de las nueces y la fabricación de mantequilla de karité es una actividad que da trabajo a muchas mujeres del África Occidental. Sólo en Burkina Faso se dedican a esta actividad entre 300.000 y 400.000 mujeres. Primero se recogen y lavan las almendras. A continuación se trituran, se tuestan y se pasan por un molino para obtener una pasta marrón muy líquida. Ésta se bate a mano para que se separe la mantequilla del resto de componentes en la superficie del líquido. La mantequilla resultante se lleva a ebullición y se filtra varias veces para separar las impurezas hasta que se consigue un producto limpio de color miel. La mantequilla que se obtiene para productos cosméticos presionando en frío los cotiledones ricos en grasa de la almendra es de color blanco marfil. 

Características: La manteca de Karité es un muy buen regenerador celular lo que le confiere cualidades anti-edad. Posee insuperables propiedades suavizantes, humectantes y regenerativas de la piel. Su capacidad para retener la humedad deja la piel suave, más flexible, elástica y confortable. Con Vitaminas A, D, E y F, la manteca de karité es de las más ricas en antioxidantes que ayudan a proteger la piel y estimular la renovación celular. También provee protección solar natural ya que actúa bloqueando y reparando los daños causados por los rayos UVA y UVB. Puede utilizarse con seguridad en pieles grasas o irritadas ya que no produce exceso de grasa (puntos negros o acné). Gracias a su excelente poder de masaje para el cuerpo, se incorpora naturalmente en las leches corporales y las cremas, pero también en los productos de maquillaje, barras de labios y fórmulas de protección.

Guía de Soluciones:
  • Piel con arrugas y con estrías: Actúa suavizando y reestructurando en arrugas y estrías. 
  • Piel reseca y agrietada: Posee un intenso y duradero poder hidratante y nutritivo en rostro y cuerpo. Da elasticidad en codos, rodillas, dedos de los pies, talones y uñas. En unas dos aplicaciones, suaviza y repara las callosidades.
  • Labios: Ideal protector y bálsamo labial sobre todo en invierno.
  • Pieles sensibles y enrojecidas: Ideal por ser anti-irritante por excelencia.
  • Aromaterapia y masajes: Combina maravillosamente con los aceites esenciales y permite la penetración temporizada de éstos.
Productos naturales disponibles con Karité:
  • Crema para el Controno de Ojos 
  • Crema Hidratante
  • Crema Anti arrugas de Noche 
  • Mascarilla de Renovación Profunda 
  • Tratamiento Protector en Crema para Labios
  • Crema herbal de 31 aceites
  • Manteca corporal de Sándalo